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Resumen

Evitar la sensibilidad de la piel puede ser complicado. Existen diversas maneras de evitar y calmar los síntomas de piel sensible y, aunque algunos consejos pueden aplicarse al cuidado de todas, los productos adecuados pueden ayudar a hacer frente a las características concretas que se asocian con tu tipo de piel.

Consejos de cuidado para todos los tipos de pieles sensibles

  • Evita el agua caliente.
  • No utilices productos con gran cantidad de perfume.
  • Usa limpiadores suaves y sin jabón.
  • Evita los exfoliantes agresivos y los peelings químicos.
  • Hidrata la piel a menudo.
  • Utiliza protección solar todo el año.
  • Busca ingredientes calmantes.

Piel seca y sensible

La piel sensible y seca a menudo se nota tensa e incómoda debido a la falta de hidratación y puede sufrir otros síntomas, como enrojecimiento, picazón y ardor. La piel sensible y seca se asocia habitualmente con una barrera cutánea debilitada, que permite que la humedad se evapore y los irritantes penetren en la piel.

Para cuidar la piel seca y sensible es importante hidratar la piel. El ácido hialurónico es muy efectivo por sus propiedades hidratantes y los ingredientes calmantes, como la niacinamida, pueden ayudar a suavizar la piel. Otros ingredientes, como las ceramidas, reparan la barrera cutánea dañada que se encuentra habitualmente en pieles sensibles. Al elegir un limpiador facial para pieles sensibles y secas, la mejor opción es una fórmula suave que limpie de forma efectiva sin eliminar los aceites. naturalmente presentes en la piel (el agua micelar es otra opción suave). Para cuidar este tipo de piel, es importante también hidratar la piel con asiduidad.

Piel grasa y sensible

Tratar la piel sensible y grasa puede ser complicado, especialmente porque algunos ingredientes provocan irritación, rojeces, sensación de quemazón o picor. Un limpiador de rostro suave y sin perfumes para pieles sensibles y grasas puede ayudar a eliminar de forma efectiva el exceso de sebo y la suciedad sin resecar o empeorar el estado de la piel reactiva. Puedes optar por limpiadores y cremas hidratantes oil-free y no comedogénicos. Las ceramidas pueden ayudar a reparar la barrera de la piel, mientras que el ácido hialurónico aporta hidratación y la niacinamida tiene propiedades calmantes.

Piel sensible y acneica

La piel sensible y acneica puede ser una de las más difíciles de tratar, simplemente porque algunos ingredientes para combatir las imperfecciones pueden provocar irritación incluso en pieles que no suelen sufrir sensibilidad. De la misma manera que con las pieles grasas y sensibles, si la tuya tiene tendencia acneica puedes elegir productos de cuidado de la piel no comedogénicos, oil-free y con fórmulas sin perfume para reducir las reacciones.

Un buen limpiador para pieles sensibles y acneicas podría ser uno suave, que deje la piel fresca y sin exceso de sebo, suciedad o maquillaje sin provocar sensación de picor, quemazón o tirantez. Los limpiadores y cremas hidratantes con ingredientes adicionales pueden ofrecer más beneficios, como las ceramidas para reparar la barrera de la piel, el ácido hialurónico para un extra de hidratación o la niacinamida para ayudar a calmar la piel. La protección solar es esencial para todos los tipos de piel, especialmente la sensible con tendencia acneica, ya que algunos tratamientos antimperfecciones producen más sensibilidad al sol. Si no tienes claro qué protector solar utilizar, consulta a tu dermatólogo.

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