Limpieza según tu tipo de piel
Según el tipo de piel, la limpieza del rostro y del cuerpo tiene que variar para garantizar los mejores resultados y evitar la aparición de efectos adversos. Independientemente de cada caso, el debido aseo de la piel es necesario para promover la salud y bienestar de este importante órgano.
Este es un asunto que va más allá de las implicaciones estéticas, que seguramente también son motivo de preocupación para muchos. Después de todo, la perspectiva del cuidado de la salud tiene un impacto directo en la apariencia de la piel. Al asegurar que esté siempre libre de suciedad, bacterias, exceso de grasa y partículas de tejido muerto, se contribuye en gran medida a lucir un aspecto más armonioso y embellecido.
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¿Cómo hacer una limpieza según el tipo de piel?
Algunos casos son un poco más delicados que otros. Por ejemplo, una buena rutina de limpieza facial diaria para piel mixta toma un poco más de tiempo si se compara con el resto de tipos. Lo mismo sucede con las pieles sensibles, ya que estas dos tipologías implican un cuidado más minucioso.
En general, esto es lo que debes hacer con tu tipo de piel para limpiezas eficientes y realmente beneficiosas:
Limpieza para piel grasa
La piel grasa se encuentra entre las menos deseables, dado que tiene una predisposición a acumular más sebo de lo que necesita para mantenerse hidratada. Por este motivo, se precisa emplear productos de limpieza con baja o nula cremosidad, porque únicamente acabarían acentuando el problema.
Un buen ejemplo de producto ideal es el Gel Limpiador Espumoso de CeraVe, que crea una espuma suave sin ningún tipo de cremosidad que se pueda acumular en los poros. De hecho, los geles son precisamente la mejor alternativa para eliminar elementos indeseados del rostro y del cuerpo, incluyendo el exceso de grasa.
Considerando que el exceso de sebo promueve la proliferación de bacterias, es necesario complementar este limpiador en gel con productos (comerciales o caseros) de exfoliación aplicados entre 1 y 2 veces por semana. De esta manera se limpia en profundidad cada 3 o 4 días sin ser demasiado agresivos con la piel.
Limpieza para piel seca
Para este tipo de piel hay que hacer prácticamente lo opuesto al caso anterior. Múltiples variables afectan a la capacidad de producción y retención de los aceites naturales que ayudan a mantener una piel hidratada. Por eso, es necesario darle una ayuda extra a este tipo en particular con productos de elevado poder de hidratación.
Dado que los geles se disuelven rápidamente durante la propia limpieza, lo más recomendable es aplicar productos cremosos. Las cremas permanecen durante más tiempo en la piel, confiriendo efectos prolongados para limpiar y mantener la hidratación durante el día a día.
Una opción es la Crema Limpiadora Hidratante de CeraVe, que sirve tanto para la limpieza del rostro como la del cuerpo. Además produce efectos profundos que permiten eliminar células muertas pero sin obstruir los poros.
Vale resaltar que si tienes una piel propensa a la sequedad, nunca te duches con agua caliente ni mucho menos durante tiempos prolongados. En su lugar, usa agua tibia o fría en la medida de lo posible, e incluye siempre productos específicos para la humectación de la piel después de su limpieza.
Limpieza para piel mixta
La piel mixta es aquella que mezcla elementos de las dos tipologías anteriores. Principalmente en el rostro, donde se percibe una mayor acumulación de grasa en la zona T (frente, nariz y mentón), mientras que el resto puede presentar sequedad.
Como era de esperarse, en una óptima limpieza facial para piel mixta se necesita combinar los productos anteriores aplicándolos a cada zona correspondiente. O bien buscar alternativas específicamente diseñadas para pieles mixtas, lo que permite una sola aplicación en todo el rostro.
Limpieza para piel sensible
Similar a la limpieza facial en piel mixta, las personas con piel sensible requieren cuidados igualmente especializados. Estas personas tienden a experimentar irritaciones, comezones y erupciones. Son susceptibles a padecer reacciones alérgicas ante productos genéricos.
¿La solución? Emplear cremas, geles y/o jabones suaves e hipoalergénicos. El agua micelar es una de las mejores alternativas para la piel sensible, dado que tiene un bajo nivel de tensoactivo no iónico, siendo así una sustancia incapaz de ocasionar irritabilidad.
Limpieza para piel normal
Por mucho, el mejor tipo de piel para la limpieza diaria es la normal. No presenta ni exceso de grasa ni insuficiencia de hidratación, manteniéndose muy equilibrada de manera natural sin demasiada ayuda.
Sin embargo, esto no significa que no ameriten cuidados cotidianos para su debida higiene. La buena noticia es que esta piel es compatible con prácticamente cualquier tipo de producto. De hecho, tanto el agua micelar como el gel y la crema de CeraVe anteriormente señalados tienen el mismo nivel de efectividad para la piel normal, en cuyo caso será tu decisión determinar qué sensaciones prefieres.