El acné en adolescentes: causas y tratamientos
¿Sabías que la causa principal del acné en la adolescencia son las hormonas? Te lo explicamos con más detalle y cómo poder combatirlo. ¡Infórmate!
¿Conoces las causas del acné en adolescentes?
La adolescencia es una etapa de cambios en todos los sentidos, desde conductuales hasta los físicos. Y es que durante la adolescencia se produce el desarrollo de los aparatos reproductores y, en consecuencia, ocurre el aumento de hormonas que ocasionan, entre otros, acné.
¿Cómo tratar el acné en la adolescencia?
El acné puede ocurrir a cualquier edad, incluso los adultos pueden tener brotes ocasionales de granos e imperfecciones. Sin embargo, la adolescencia es la etapa de la vida de toda persona en la que el acné será inevitable. Se produce por la inflamación de las glándulas sebáceas y los folículos pilosos. El rostro está expuesto todos los días a la contaminación, los gérmenes y bacterias del aire y también a los que se dejan al tocarse el rostro de forma frecuente.
Estos gérmenes ocasionan infecciones en las zonas afectadas y, en consecuencia, una inflamación que se traduce en acné. El rostro no está exento de imperfecciones, como las espinillas, que son grasa y suciedad que se acumula en los poros. Cuando los poros se obstruyen, eventualmente se infectan. Al infectarse, aparece la inflamación de dicho poro y un brote de acné. El grano aparece como una inflamación de dicha espinilla infectada, que se llena de pus y hace que el área esté roja.
¿Y por qué en la adolescencia? En este caso no solo están en juego los factores ambientales y la higiene, sino también los hormonales. Y es que la adolescencia es el período en el que las hormonas aumentan el exceso de grasa en las glándulas sebáceas de la cara y el cuerpo.
Síntomas de los granos en los adolescentes
El acné tiene diferentes síntomas, pues existen varios tipos de lesiones que el rostro puede presentar:
- Comedones.
- Pústulas.
- Quistes.
- Granos.
- Espinillas.
- Cicatrices.
- Manchas en la piel.
Las lesiones que pueden presentarse a consecuencia del acné son:
Inflamatorias. Aquí se encuentran los quistes, pústulas, nódulos y pápulas de color rojo. Este tipo de lesiones son las que requieren mayor cuidado y tratamiento, pues son las que podrían dejar manchas y cicatrices en la piel.
No inflamatorias. Puntos negros, espinillas, comedones.
Así es la evolución del acné en los adolescentes
Los primeros brotes de acné pueden aparecer cuando se presentan los primeros cambios físicos. En el caso de las mujeres, la menstruación; en el caso de los hombres, desde el momento en el que comienza a cambiar la voz. En general, durante la adolescencia ocurren muchos cambios corporales relacionados con los órganos reproductores. Es en este momento cuando los primeros brotes de acné pueden aparecer.
En la adolescencia aparecen los brotes de acné común, llamado también vulgaris. Es algo habitual y todas las personas atraviesan por esta etapa. Generalmente se resuelve con los años. En el caso de los hombres, el acné desaparece entre los 20 y 25 años, pero en las mujeres puede persistir hasta los 30 y 40 años; esto se debe a que no dejan de estar sometidas a los cambios hormonales de la menstruación y que ocurren mes a mes.
Cuando el acné es quístico, es decir, cuando se presentan muchas pústulas, pápulas y quistes, es cuando pueden aparecer cicatrices muy profundas y manchas que persisten.
Los tipos de acné que puede tener un adolescente son:
- Leve. Se resuelve fácilmente con exfoliantes.
- Moderado. Son necesarios tratamientos tópicos específicos.
- Severo. Requiere tratamientos específicos durante períodos de 3 a 6 meses.
- Muy severo. Este tipo de acné necesita tratamientos sistémicos específicos, pues la piel se lesiona fácilmente y las marcas y consecuencias son más severas.
- Quirúrgico. Es necesario un drenaje de los quistes.
¿Cómo tratar el acné en los adolescentes?
El acné en esta etapa no puede prevenirse, pues es algo común y propio de esta edad. Sin embargo, puede espaciarse la aparición de los brotes y reducir los efectos del acné. Para combatir el acné es importante lavarse la cara una o dos veces al día y con productos adecuados al tipo de piel y a la edad de las personas; es importante hacerlo con gel o jabón suave específico y aclarar con abundante agua tibia.
Para las personas que se maquillan, es importantísimo utilizar un buen desmaquillante por la noche, pues el maquillaje obstruye los poros. ¡No te olvides de seguir esta rutina! También es aconsejable utilizar productos no comedogénicos, es decir, que no obstruyan los poros.
Es importante hidratar la piel y utilizar cremas para el acné en adolescentes. Estas son específicas e incluyen entre sus componentes ácido salicílico o peróxido de benzoilo. Ambos previenen y son un buen tratamiento. Y por supuesto, también es importante exfoliar la piel del rostro de forma periódica. Mucho cuidado con los exfoliantes, pues no pueden ser abrasivos ni dañar la piel. Recuerda que una piel con acné es una piel lesionada y dañada. Utiliza un exfoliante suave y apto para este tipo de pieles.
El acné puede ocasionar comezón e irritación en la zona. ¡Evita tocar la cara para no agravarlo! Para atenuar las marcas que el acné provoca en la piel, puedes utilizar el Sérum Retinol anti-marcas, que aporta cuidado completo y tiene eficacia anti-imperfecciones, gracias a su retinol encapsulado, extracto de raíz de regaliz y niacinamida.
Para una limpieza profunda, el Limpiador Control Imperfecciones con ácido salicílico está diseñado para pieles con tendencia acneica. Estos productos desobstruyen los poros, aportan limpieza, previenen la aparición de imperfecciones y reducen el exceso de sebo que ocasiona imperfecciones.